¿Qué productos bancarios podemos asociar a las cuentas?

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Pocos usuarios habrá en estos momento que no tengan contratada una cuenta bancaria, en sus diversos formato. Es una herramienta indispensable para realizar casi todas las operaciones bancarias, prácticamente sin excepción. Pero a lo que se añade la posibilidad de asociar la domiciliación de la nómina (o pensión), y de los principales recibos domésticos (luz, agua, gas, etc.).

Pero también es un instrumento único para asociar otros productos bancarios. ¿Cuáles de ellos pueden vincularse? Una gran mayoría de los productos que están confeccionados por los propios bancos. Siendo las tarjetas de crédito y débito uno de los más apropiados para estas operaciones, y que en todos los casos están vinculados a las cuentas de su titular.

También todos los productos relacionados con la inversión de sus ahorros tienen como referencia una cuenta corriente. Desde la cuenta de valores en donde realizan las operaciones de compra y venta de acciones en los mercados de renta variable, a los fondos de inversión, warrants, derivados y cualquier otro.

Asimismo, se requerirá de una cuenta para que nos paguen nuestro sueldo, servicios a terceros, incluso los abonos de carácter fiscal. Si no la tenemos suscrita será muy difícil que se formalicen estos pagos, al menos rápidamente y con la agilidad necesaria como para disponer del saldo lo más brevemente posible.

Y con toda seguridad, que cada que se desee contratar un servicio doméstico nos exigirán el número de cuenta corriente, sin el cual no podrá realizarse la operación. Para contratar una tarifa plana para el móvil, darse de alta en un servicio eléctrico, o cualquier escenario que pueda presentarse, y que no serán pocos durante el año.

No en vano, se llegará a la conclusión que sobrevivir sin una cuenta corriente o de ahorro será una misión imposible para las aspiraciones de los consumidores. Seguramente ya la tengan suscrita, pero si no es así – por cualquier circunstancia -, será momento para abrirla en una de las muchas entidades de crédito que las comercializan, a través de muchos y diversos modelos en función de los gustos de los clientes.