¿Merece la pena suscribir una cuenta corriente?

cuentas

Ante la baja e insuficiente rentabilidad de una cuenta corriente, son miles los usuarios que se plantean si merece la pena en estos momentos suscribir un producto de estas características. Pues bien, es cierto que su remuneración está bajo mínimos en al actual contexto económico, con no más del 0,50% en los tipos de interés que ofrecen los bancos.

Desde este punto de vista no es rentable, ya que pueden encontrarse otras opciones con mejor remuneración a los ahorros. Pero la finalidad de una cuenta corriente no es sacarle la máxima rentabilidad en sí mismo. Sino, por el contrario, beneficiarse de todos los servicios y prestaciones que genera este producto bancario básico.

Es un instrumento prácticamente indispensable para todos los usuarios, necesitarán de una cuenta para realizar las principales operaciones bancarias, desde recibir su salario a hacer frente a los principales pagos domésticos (recibos del hogar, pagos fiscales, pago del alquiler, etc.). Y que sin este producto no se podrían formalizar estos movimientos.

También porque está asociada a otros productos bancarios (cuenta de valores, tarjetas de crédito y débito, préstamos personales, e incluso hipotecas). Todos ellos necesitan de una cuenta para que se puedan ejecutar las órdenes o los abonos. Es más, sin una cuenta por medio, seguramente no se tendría acceso a todos estos productos.

Y si encima nos proporcionan un pequeño interés, pues mejor que mejor. No obstante no será muy notable, y solamente las denominadas cuentas de alta remuneración mejoran estos márgenes, con un máximo en el 2%. Además, su oferta va disminuyendo en los últimos meses, y las propuestas se limitan a oferta puntuales para nuevos clientes o para un saldo mínimo en el saldo de la misma.

Pero sí, es aconsejable que los usuarios tengan o contraten una cuenta (corriente o de ahorro), ya que además no les costarán nada ya que tienden a ser comercializadas exentas de cualquier gasto, en comisiones o gestión administrativa. Con una importante oferta de modelos que pueden ser aceptados en función de las necesidades reales de los clientes.