El ahorro de las familias

 

Durante décadas, las familias han hecho todo lo posible por ahorrar poco a poco algún dinero para afrontar imprevistos y evitar así que sufran importantes problemas económicos. Antes era muy común que el ama de casa, que es quien normalmente se encarga de las finanzas, guardara pequeñas cantidades de dinero que se ahorraba en la compra y lo escondiera lejos de miradas indiscretas que pudieran hacerse con el botín. Es lo que comúnmente se conocía como el “ladrillo” o el “colchón”.

 Hoy los métodos de ahorro se han actualizado, y en lugar de guardar el dinero en casa se ingresa en un banco, que dispone de cuentas corrientes para que quien quiera guarde de manera más o menos segura sus ahorros y no tenga que arriesgarse a que cualquiera pueda encontrar el dinero que tienen guardado en casa y se haga con él. Algunas de las cuentas además están remuneradas, es decir, que generan unos pequeños intereses, por lo que además de ahorrar, el dinero que hay guardado aumenta poco a poco.

 Algunas veces es muy complicado lograr ahorrar por parte de las familias, sobre todo cuando las economía no acompaña y se pierden puestos de trabajo, aumentan los impuestos y las cosas cuestan cada vez más, pero las amas de casa todavía tratan de ahorrar para hacer frente a los incidentes que puedan surgir y de este modo proteger a sus familias de los gastos extraordinarios que puedan suponer esos inconvenientes. Benditas amas de casa.